Un fideicomiso de garantía es un instrumento legal donde una persona o empresa transfiere ciertos activos a un fiduciario, quien los administra como respaldo para un crédito. Esto asegura el cumplimiento de las obligaciones del préstamo, brindando mayor confianza tanto al cliente como al acreedor.
Los principales beneficios son: tasas de interés más bajas, plazos de pago más flexibles, mayor seguridad para el acreedor y el cliente, y la posibilidad de usar activos como garantía sin perder el control sobre ellos.
Podés utilizar activos de valor como bienes inmuebles, cuentas por cobrar, derechos sobre proyectos, maquinaria o cualquier otro bien que tenga solvencia suficiente para garantizar el crédito.
Los activos son administrados por un fiduciario, una entidad imparcial que se encarga de protegerlos y garantizar que sean utilizados únicamente para el propósito del fideicomiso.
La principal diferencia es la seguridad. En un fideicomiso, los activos se transfieren al fiduciario, lo que minimiza riesgos para el acreedor y facilita mejores condiciones para el cliente. Otros tipos de financiamiento suelen basarse únicamente en historial crediticio o ingresos.
Benecash financia una amplia variedad de sectores, incluyendo infraestructura, energías renovables, construcción, pequeñas y medianas empresas (PyMEs) y proyectos estratégicos que impulsen el desarrollo económico.
Contactanos para una consulta inicial. Presentá tus activos y requisitos del crédito. Nuestro equipo estructurará el fideicomiso según tus necesidades. Formalizá el fideicomiso y accedé al financiamiento.
Las condiciones establecidas en el fideicomiso generalmente son definitivas, pero podés discutir cualquier ajuste necesario con el equipo de Benecash para evaluar opciones según el caso.
En caso de incumplimiento, los activos en el fideicomiso se utilizan para saldar la deuda con el acreedor, asegurando que no haya pérdidas significativas para ninguna de las partes.
Sí, nuestro equipo de expertos legales y financieros te acompaña en cada etapa, desde la estructuración del fideicomiso hasta la formalización del crédito, asegurando que el proceso sea claro, eficiente y confiable.